Por mucho que digan sobre este color, el amarillo es un color de lo más favorecedor y además, al ser posible elegir entre sus diferentes tonos, podemos lograr un look de invitada muy especial. Vestidos largos o vestidos cortos, según el tipo de boda, pero siempre en amarillo.
Si la boda es de día, podemos optar por un vestido corto de falda evasé y amarillo, por supuesto. Para combinar los complementos, nada mejor que el color negro, al igual que si llevamos un vestido largo, de gasa y corte asimétrico.
El estilo griego para las bodas es uno de los que nunca falla. Finas telas en gasa y con detalles plateados combinan con un amarillo suave que será ideal para combinar con los estilos más románticos.
Pronovias también opta por este color mostaza en alguno de sus modelos, haciendo un estilo muy sofisticado de él, con largo asimétrico, en donde la elegancia no está reñida con el color.
El dorado puede ser otra opción a la hora de combinar los complementos, sobre todo, para un vestido de corte vintage con pedrería en la parte delantera y así como en el bajo de la falda.
¿Te gusta el amarillo más llamativo?, pues también es posible sin caer en el estilo recargado, gracias a los vestidos más sencillos con telas suaves y un cinturón joya muy delicado.
Para terminar, qué mejor que un vestido corto y ceñido para una boda de día o una fiesta cóctel. Espero que después de esta breve selección os haya convencido de que este color no atrae la mala suerte, todo lo contrario.